Un flujo de trabajo es la secuencia de procesos por los que atraviesa una parte del trabajo, desde su inicio hasta su finalización. En pocas palabras, es el método que se establece para lograr terminar las actividades o procesos institucionales.
Las actividades pueden ser desde una lista de quehaceres semanales hasta un proyecto más exhaustivos como las solicitudes de vacaciones, o la configuración de un sistema de facturas para clientes.
Es una secuencia de pasos que se atraviesa para completar un proceso empresarial, desde su inicio hasta su finalización. El flujo de trabajo define en el sistema cómo se gestiona un documento o tarea e indica quién debe completar cada paso.
Al establecerse el flujo, se automatizan las tareas. Además, hay un mejor traspaso de información, el control es más rígido y la tarea o el documento se gestiona más rápido. Cuando se completa una tarea, se avisa a la siguiente persona del flujo para que sepa que es su turno. Muchos flujos de trabajo consisten en validaciones o firmas de personas responsables.
Es posible que a una persona le llegue un aviso para hacer una tarea, pero la deje para más tarde porque está ocupada con otro asunto. Sin embargo, si se trata de un documento legal, hay que tener especial cuidado, porque, si se olvida o se entrega con retraso, puede acarrear multas. Para evitar esta situación, hay empresas que establecen alertas para avisar a la persona si esa tarea lleva más tiempo en él o ella de lo que debiera.
Cuando se trata de la productividad día con día, tu vida sería mucho más fácil si tuvieras un flujo de trabajo. Buscar entre tus correos electrónicos o entre tus papeles para encontrar información, es una pérdida de tiempo.
-Emily BT